Marina Landi ha bebido de diferentes fuentes de creatividad. De todas ellas ha aprendido al conocer los entresijos del diseño que, por derecho propio, sigue ella reinventando. Las personas creativas no tienen límites en el desarrollo de nuevas ideas, y ella es un buen ejemplo de esta sensibilidad, para unos innata y para otros cultivada. 

¿Qué te llevó a entrar en el mundo del patchwork? ¿Cuándo empezaste y a través de qué manera o tiempo de dedicación?

Estudié Bellas Artes y trabajé durante muchos años en colaboración con ingenieros y arquitectos, desarrollando trabajos de mosaicos para ser aplicados en grandes estructuras arquitectónicas, piscinas y también en muebles.
En el año 2000 tuve mi primer contacto con las obras de Patchwork a través de mi hermana, y me enamoré de este arte que me aportaba más libertad de creación y que tenía muchas similitudes con la técnica del mosaico.
Empecé como hobby con el patchwork tradicional y, poco a poco, llegué al artístico porque me da mayor libertad en cuanto al uso de materiales y creatividad.

¿En qué campos estás trabajando en estos momentos? ¿Impartiendo cursos preferentemente? 

Hacia el 2007 terminé mis actividades con el mosaico y comencé a dedicarme exclusivamente al patchwork, impartiendo clases y desarrollando técnicas.

¿Trabajas para clientes a nivel internacional?

Vivo en Brasil pero me he estado mudando fuera del país para dar clases y participar en festivales de patchwork.

Tus piezas de patchwork evidencían que vienen precedidas de un concienzudo proceso de investigación y diseño. ¿Cómo podemos definir tu línea?

Mi estilo es contemporáneo y se caracteriza por la aplicación de una amplia gama de colores en la composición de imágenes figurativas. Para combinar mi nueva pasión con la antigua, apliqué mis conocimientos, experiencia y técnicas desarrolladas anteriormente para crear mis propias colchas artísticas.
El desafío de transmitir expresiones y sentimientos a través de pequeñas piezas de tela me motiva a representar, principalmente, fisonomías humanas.
Para lograr el tono y la vitalidad de los colores de mis obras, tiño mis propias telas o uso uno de los estampados digitales de mi colección. Estos estampados son el resultado del trabajo que he estado desarrollando durante los últimos cuatro años en sociedad con Valéria Cervetto y un fabricante de telas brasileño.

¿Cuál es el perfil de quienes realizan patchwork?

Está compuesto por personas a las que les gusta el trabajo manual, creativo y que disponen de tiempo.

¿Por qué en su gran mayoría son mujeres y pocos los practicantes masculinos?

Creo que el 90% de la audiencia del patchwork está formado por mujeres, aunque en los últimos años han destacado muchos hombres en este ámbito, Peter Hayward, David Taylor, Ximo Sirera, Ayrton Spengler etc.

Háblame de tus éxitos en este campo y sí éstos han sido reconocidos como es debido

Entre la lista de mis obras premiadas puedo destacar: 2013 Festival Internacional de Gramado 2013, 2014 A World of Beauty – Master Award Innovative Artistry Summer Wind, 2014 Quilt Week Paducah – Mención de honor Sierra,  2016 A World of Beauty – Master Award Contemporary Artistry Unknown Man – Premio Master, 2018 Un mundo de belleza – Premio Master, 2020 Quilt Week Paducah – Primer premio, 2020 Quilt Week Daytona Beach – Primer premio, 2022 Quilt Week Des Moines – Best Wall Quilt – Summer Fun. Todas estas obras son de seda teñida a mano algunas de ellas con apliques de fusión

 ¿Puedes hablarme de tus objetivos profesionales para el 2023 y lo que queda del 2022?
Actualmente, sigo explorando formas de representar imágenes y personas a través de diferentes procesos creativos y, desde mi estudio en Brasil, o desde otros ubicados alrededor del mundo, dicto cursos sobre mi técnica de patchwork a quienes quieren crear con sus propias manos. Cierro este año de actividades dando clases en el Festival Internacional del quilt en Houston. Para el primer semestre del 2023, tengo clases en México, España y Australia.