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Recientemente dábamos cuenta del parecido que encontrábamos entre algunos cubrecosturas de Spiral de Safisa tejidos con hilos dorados y plateados y las joyas de artesanía que se hacían con la técnica de la filigrana, tanto por su riqueza en los detalles como por su delicadeza. En esta ocasión, queremos destacar la relación que existe entre las cintas y el diseño de joyas, pero a través de la técnica del macramé.

Principales nudos

En el macramé los nudos tienen una función ornamental, lejos de su funcionalidad práctica, como podía ser entre los marineros en un barco. Para empezar, os recomendamos que practiquéis con estos nudos básicos: nudo alondra, es el principal nudo para montar las cuerdas; nudo cuadrado, nudo de medio nudo, nudo cordoncillo, nudo espiral.

A partir de nudos básicos podemos hacer complementos sencillos como un cinturón, por ejemplo, y si dominamos la técnica y, por consiguiente, tenemos destreza para hacer nudos más complejos, podemos llegar a hacer bolsos, tops, pantallas de lámparas, porta velas y todo tipo de bisutería. 

Material

Desde Spiral de Safisa se propone trabajar, principalmente, con cola de rata y también cola de ratón pero también podéis utilizar otras referencias, como la cinta de bordar, cinta de organza y la cinta de raso. Para bisutería os recomendamos que sean cintas estrechas, podemos utilizar desde 3 mm hasta 10 mm. Otro aspecto importante es que la cinta tenga cierta consistencia, pero sin llegar a ser demasiado rígida, y que tampoco sea demasiado floja. De esta manera se podrá manipular cómodamente. La experiencia nos dirá qué cintas son mejores en cada momento, en función del objeto de bisutería y del complemento que queramos hacer.

Otras referencias culturales

Si bien la técnica del macramé da mucho juego, a lo largo de la historia otras culturas han desarrollado y perfeccionado técnicas basadas en los nudos de fantasía cargadas de simbolismo y belleza. Hay dos referentes especialmente interesantes, como los nudos chinos y los celtas. En la actualidad podemos consultar manuales y tutoriales en línea, y asistir a talleres presenciales para aprender los principales nudos utilizados. También podemos ir a museos en los que se conservan piezas antiguas y contemplar verdaderas obras de arte ancestrales.

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