Victoria Pettigrew es la dueña de VIP Fibers, una empresa pionera que transforma mechones caninos o pelusas de gato prendas como bufandas, jerséis, chalecos, guantes o tiernos peluches. La lana de perro es un 80% más cálida que la de oveja y un lavado especial elimina el olor del pelo cuando se moja.
Cualquier persona con un animal de pelo en casa debe recoger el pelo, almacenarlo y enviarlo a la empresa para que elabore la prenda solicitada. Pettigrew comenta: «Por regla general, cuanto más largo es el pelo, mejor es el hilo”.
En cuanto al peso total, depende del tipo de prenda que se vaya a realizar. Para un gorro, un par de calcetines o unas manoplas se necesitan 113,4 gramos de fibra limpia. Una bufanda supone 283,5 gramos y un jersey grande, 1.200 gramos.
Los costes del proceso están disponibles en la web y los precios se sitúan entre los 7,2 y los 9,6 euros por cada onza (28,35 gramos) e incluyen el cardado, hilado, pesado, lavado, desodorizado y etiquetado.
Respecto al olor que puede producir el pelo del perro mojado, la empresaria asegura que cuenta con una técnica de lavado patentada, desarrollada por ella misma, capaz de eliminar las enzimas causantes del olor del animal.